domingo, 27 de enero de 2008

El regreso

Ok, lo acepto. Esta vez si abandoné esto demasiado tiempo. Pero bueno, aquí ando de nuevo, escribiendo, no sé de que, pero siempre hay algo. Sólo se trata de teclear y teclear, y ver que sale, que ocupa la mente hoy.

Estamos en un nuevo año. El 2008. A mis 26 años, el número me sorprende. Y es que cuando yo era niña, todas las películas futuristas decían que para esta época el mundo sería, si es que todavía existía, un mundo así como el de los supersónicos, con carros voladores, y robotinas en cada casa. En la película Terminator, para estas épocas ya habían tomado el mundo las máquinas y los humanos estabamos luchando por la supervivencia. Pero aquí estamos, en el 2008, y sí, la tecnólogía en ocaciones si parece de carícatura, pero no hemos llegado al extremo dónde un robot tenga que vivir en nuestra casa. O al menos no uno como Robotina. Todavía no nos vamos de vacaciones a Marte, ni clonamos a nuestras mascotas.

Veámos, ya hay teléfonos donde podemos ver al otro, como en los supersónicos, los celulares hacen mil cosas maravillosas, podemos almacenar cantidades enormes de información en cositas que podemos colgar en el llavero, el internet nos conecta con el mundo entero en tiempo real, si queremos, y las comunicaciones y la multimedia avanzadas son hoy en día parte de nuestra cotidianidad y el transporte hoy en día es algo que nuestros abuelos nunca imaginaron. Pero aún así, no se siente surreal, no me siento parte de ese mundo futurista que pintaba la ciencia ficción. O ustedes ¿qué piensan?

Saludos

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